sábado, 6 de agosto de 2016

Noche de jazz VII


Otra noche de jazz lumínico junto a mi amigo Joaquín.

Esta noche de jazz fue breve y probamos alguna iluminación de interiores con distintos métodos, en esta quedó un efecto curioso, esa traza en realidad se trata de un efecto que no buscaba y que se me escapó al enseñar la linterna directamente a cámara, pero que al final junto con esa línea que forma el límite entre la luz y la sombra que la acompaña me ha gustado el resultado.

Llevo un tiempo buscando personajes o efectos lo más sencillos posible, inspirado en fotografías como las de LightMark, que integran de maravilla líneas de luz muy simples en escenarios espectaculares, ellos son autores de algunas de las primeras fotografías de light painting que vi en mi vida y que me impactaron bastante.

Con mi personaje pistilo creo que he conseguido algo sencillo y atractivo, ahora solo queda desarrollarlo un poco más e ir creando nuevas ideas, algunas ya están ahí, solo falta el escenario adecuado y el tiempo necesario para hacerlo.

También hay ideas de otras fotos y personajes pendientes, pero para hacer estas bien tengo que estar inspirado, poder acceder a la localización adecuada, tener tiempo, e ir mejorando algunos detalles, a ver si pillo vacaciones ya y se puede ir haciendo algo más.

Sobre todo ahora quiero seguir investigando y probando un poco de todo para que no dejen de surgir nuevas ideas, y estas noches de jazz en las que vamos sin ideas preestablecidas son ideales para descubrir efectos nuevos.

En realidad, en estas noches de jazz, ya vamos por la IX “exitosa” o “que he conseguido alguna imagen publicable”, voy algo retrasado con las publicaciones por aquí, jejeje, en total han sido unas once, y de alguna anterior no he publicado ninguna foto, porque a veces el jazz no sale bien o al final no publicas nada, algún día quizás muestre algo de noches de jazz frustradas o intentos fallidos del resto de noches de jazz, se aprende mucho analizando que puede ser lo que no funcionaba en cada momento.

Después de irme por las ramas, ahora si vamos con la evolución de esta séptima noche de jazz.


Empezamos con algunas pruebas con algunas de mis nuevas paletas de metacrilato, en este caso la redonda.





Probamos también algún efecto con alguna de mis varas y tubos a ver si nos venía alguna idea, pero desistimos al no conseguir lo esperado y no ocurrirse nada nuevo con lo que salía, aunque los efectos conseguidos son curiosos por lo menos.



Entonces fue cuando de verdad empezó el jazz, haciendo algunas pruebas con la iluminación de interiores, empecé a realizar algunas iluminaciones más selectivas a ver lo que salía, en estos momentos fue cuando conseguí la foto que encabeza esta entrada, que es la que más me ha gustado a mí, y  también conseguí estas otras, curiosas por lo menos, y que me demuestran que estos recursos tienen bastante posibilidades.





Jugando con estas nuevas iluminaciones y una silueta a la vez.


Al final, después de conseguir la forma de la foto de cabecera de manera aleatoria, y que me recordaba un poco a un fantasma o al nuevo personaje que surgió en otra noche de jazz, decidí incluirlo junto a una de estas nuevas iluminaciones, combinada con otra conocída.


En algunas he combinando algunas iluminaciones más aleatorias y otras más selectivas, con un relleno un poco a todo con otra iluminación ya conocida.




Pero en otras como en la última no lleva esa combinación, sino solo una iluminación más uniforme, pero dejando ese degradado que me gusta para este tipo de escenas en espacios interiores reducidos e incluyendo un personaje tenebroso, y que descubrí y empecé a perfeccionar en la realización de mi serie “Invasión”.

En esta foto se puede decir que deje un poco de hacer jazz esa noche, aunque hice una idea que surgió en el momento, ya había practicado antes tanto el personaje, como ese tipo de iluminación y solo fue combinar las dos ideas.



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