Otra noche de jazz
lumínico junto a mi amigo Joaquín.
Esta noche de jazz fue
breve y probamos alguna iluminación de interiores con distintos métodos, en
esta quedó un efecto curioso, esa traza en realidad se trata de un efecto que
no buscaba y que se me escapó al enseñar la linterna directamente a cámara,
pero que al final junto con esa línea que forma el límite entre la luz y la sombra
que la acompaña me ha gustado el resultado.
Llevo un tiempo
buscando personajes o efectos lo más sencillos posible, inspirado en
fotografías como las de LightMark, que integran de maravilla líneas de luz muy
simples en escenarios espectaculares, ellos son autores de algunas de las
primeras fotografías de light painting que vi en mi vida y que me impactaron
bastante.
Con mi personaje
pistilo creo que he conseguido algo sencillo y atractivo, ahora solo queda desarrollarlo
un poco más e ir creando nuevas ideas, algunas ya están ahí, solo falta el
escenario adecuado y el tiempo necesario para hacerlo.
También hay ideas
de otras fotos y personajes pendientes, pero para hacer estas bien tengo que
estar inspirado, poder acceder a la localización adecuada, tener tiempo, e ir
mejorando algunos detalles, a ver si pillo vacaciones ya y se puede ir haciendo
algo más.
Sobre todo ahora
quiero seguir investigando y probando un poco de todo para que no dejen de
surgir nuevas ideas, y estas noches de jazz en las que vamos sin ideas
preestablecidas son ideales para descubrir efectos nuevos.
En realidad, en estas noches de
jazz, ya vamos por la IX “exitosa” o “que he conseguido alguna imagen
publicable”, voy algo retrasado con las publicaciones por aquí, jejeje, en
total han sido unas once, y de alguna anterior no he publicado ninguna foto,
porque a veces el jazz no sale bien o al final no publicas nada, algún día
quizás muestre algo de noches de jazz frustradas o intentos fallidos del resto
de noches de jazz, se aprende mucho analizando que puede ser lo que no
funcionaba en cada momento.
Después de irme por las ramas,
ahora si vamos con la evolución de esta séptima noche de jazz.
Empezamos con algunas pruebas
con algunas de mis nuevas paletas de metacrilato, en este caso la redonda.
Probamos también algún efecto
con alguna de mis varas y tubos a ver si nos venía alguna idea, pero desistimos
al no conseguir lo esperado y no ocurrirse nada nuevo con lo que salía, aunque
los efectos conseguidos son curiosos por lo menos.
Entonces fue cuando de verdad
empezó el jazz, haciendo algunas pruebas con la iluminación de interiores, empecé
a realizar algunas iluminaciones más selectivas a ver lo que salía, en estos
momentos fue cuando conseguí la foto que encabeza esta entrada, que es la que
más me ha gustado a mí, y también
conseguí estas otras, curiosas por lo menos, y que me demuestran que estos
recursos tienen bastante posibilidades.
Jugando con estas nuevas
iluminaciones y una silueta a la vez.
Al final, después de conseguir la
forma de la foto de cabecera de manera aleatoria, y que me recordaba un poco a
un fantasma o al nuevo personaje que surgió en otra noche de jazz, decidí
incluirlo junto a una de estas nuevas iluminaciones, combinada con otra conocída.
En algunas he combinando
algunas iluminaciones más aleatorias y otras más selectivas, con un relleno un
poco a todo con otra iluminación ya conocida.
Pero en otras como en la última
no lleva esa combinación, sino solo una iluminación más uniforme, pero dejando
ese degradado que me gusta para este tipo de escenas en espacios interiores reducidos e incluyendo
un personaje tenebroso, y que descubrí y empecé a perfeccionar en la realización de mi serie “Invasión”.
En esta foto se puede decir que deje un poco de hacer
jazz esa noche, aunque hice una idea que surgió en el momento, ya había
practicado antes tanto el personaje, como ese tipo de iluminación y solo fue
combinar las dos ideas.
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